En nuestros artículos también nos gusta dar recomendaciones que os puedan ser útiles en vuestro día a día. Hoy hablamos de cómo asegurar una buena visión a los 40 y 50 años, porque son muchas las personas que a estas edades comienzan a tener algunos problemas con su vista.
¿Cuales son los problemas oculares más comunes que nos afectan entre 40 y 50 años?
¿Sabías que el 80 por ciento de lo que percibimos de nuestro entorno nos llega a través de la vista? Así es. Se podría decir que la visión es posiblemente nuestro sentido más importante.
Aunque muchos de nosotros dábamos por sentado que nuestros ojos seguirán tan sanos como cuando éramos jóvenes, notamos que empezamos a experimentar cambios en la visión conforme nos vamos haciendo mayores, y nos damos cuenta de que debemos empezar a tomar medidas para seguir disfrutando de una buena visión a lo largo de nuestra vida.
Si quieres saber cuáles son los principales problemas de salud ocular y como tener una buena visión a los 40 y 50, continua leyendo este artículo.
Los problemas de salud ocular a los que se enfrentan las personas de 40 y 50 años se dividen en dos grandes categorías. La primera tiene que ver con el aumento de la exposición a factores de riesgo que pueden afectar negativamente a la salud ocular y la segunda tiene que ver con los cambios fisiológicos en los ojos que se producen a medida que se envejece.
Mayor exposición a factores de riesgo
Los mayores de 40 años tienen una mayor probabilidad de estar expuestos a determinadas condiciones y entornos de trabajo que pueden ponerlos en mayor riesgo de tener accidentes oculares o de desarrollar problemas de visión. Estos escenarios incluyen:
–Padecer afecciones médicas crónicas, como presión arterial alta o diabetes
–Trabajar en un puesto de trabajo visualmente exigente o que exponga a los trabajadores a lesiones oculares, independientemente de que utilicen gafas de protección
–Tener antecedentes familiares de glaucoma, degeneración macular u otras enfermedades oculares.
-Tomar medicamentos que pueden dar origen a padecer ciertos efectos secundarios que afecten a la visión, como por ejemplo colesterol alto, problemas de tiroides, depresión, ansiedad o incluso artritis.
Problemas en la visión asociados a la mediana edad
A partir de la mitad de los 40 años, el problema más común que se empieza a experimentar es el dejar de ver nítido a distancias cortas, como cuando se lee o se utiliza el ordenador.
Esto ocurre como resultado de los cambios en la capacidad de enfoque de nuestros ojos, y a este problema se le conoce como presbicia (en griego, “ojos envejecidos”).
A medida que el ojo envejece, el cristalino se endurece y se vuelve menos flexible. Como consecuencia, el cristalino no se puede acomodar lo suficiente, lo que hace que los ojos tengan más dificultades para enfocar los objetos cercanos.
Otros síntomas en la visión relacionados con la edad
- Necesidad de más luz.
Al principio, es posible que necesites más luz que antes para poder ver con claridad el material de lectura o las pantallas de ordenador.
- Problemas para leer o realizar trabajos de cerca.
Necesitas sostener el material impreso más lejos para poder verlo con claridad. O tal vez, en caso de ser miope, tengas que quitarte las gafas para poder ver los objetos de cerca con mayor claridad.
Quizás los menús de los restaurantes o los periódicos los percibas borrosos, sobre todo en habitaciones poco iluminadas, lo que te lleva a comprar gafas de lectura.
- Mayor sensibilidad al deslumbramiento.
Puedes encontrar una mayor sensibilidad al deslumbramiento provocado por la luz del sol que se refleja en los parabrisas o en el pavimento durante el día, o quizás por los faros de otros coches por la noche.
A medida que los ojos envejecen, los rayos de luz que entran en el ojo se dispersan en lugar de centrarse en un único punto de la retina, lo que provoca más deslumbramiento.
- Cambios en la percepción del color.
A medida que envejecemos, nuestro cristalino comienza a perder su claridad y empieza a amarillear. Esto puede afectar a nuestra capacidad de ver los colores con claridad y de distinguir entre ciertos tonos de color.
Con el tiempo, nuestro cristalino puede volverse cada vez más borroso hasta el punto de que puede ser necesaria una cirugía de cataratas para sustituir la lente natural borrosa por una lente artificial clara.
- Disminución de la producción de lágrimas.
A medida que envejecemos, nuestras glándulas lagrimales producen menos lágrimas, lo que hace que nuestros ojos se sientan cada vez más secos e irritados.
La sequedad ocular es especialmente frecuente entre las mujeres posmenopáusicas, que son las que más utilizan colirios. Esto es preocupante porque tener un suministro adecuado de lágrimas es clave para mantener nuestros ojos sanos y nuestra visión clara.
¿Qué es la presbicia?
La presbicia es uno de los problemas que perjudica una buena visión a los 40 y 50. Se caracteriza por la pérdida de nuestra capacidad de enfoque para la visión de cerca.
Está causada por la pérdida gradual de flexibilidad del cristalino que puede producirse con el envejecimiento. Esta flexibilidad es necesaria para que el ojo pueda cambiar su enfoque de los objetos lejanos a los cercanos.
Por desgracia, la flexibilidad del cristalino no puede recuperarse y, por tanto, la presbicia empeora inevitablemente con la edad. Esto significa que es posible que tengas que cambiar la graduación de tus gafas o lentillas con más frecuencia que antes, aunque estos cambios visuales suelen detenerse alrededor de los 60 años.
Aunque la presbicia no se puede prevenir ni curar, la buena noticia es que las personas con presbicia tienen varias opciones para recuperar una visión de cerca clara y cómoda, como, por ejemplo:
- Gafas bifocales, progresivas o monofocal para la lectura.
- Lentillas multifocales que permiten que ambos ojos vean con claridad de cerca y de lejos, o lentes de monovisión que corrigen la visión de cerca en un ojo o de lejos en otro ojo.
- Lentillas nocturnas (Orto-K) que corrigen la visión de lejos y cerca mientras duermes y a lo largo del día no tienes que usar ninguna ayuda.
- LASIK y otras cirugías refractivas, realizadas por oftalmólogos, para lograr una corrección de la visión duradera sin dispositivos de ayuda.
Síntomas preocupantes que pueden indicar problemas graves
¿Sabías que entre los 40 y los 50 años aumenta el riesgo de desarrollar una serie de problemas oculares graves? De hecho, la principal causa de ceguera y baja visión en todo el mundo son las enfermedades oculares relacionadas con la edad, como la degeneración macular, las cataratas, la retinopatía diabética y el glaucoma.
Por eso es tan importante que todas las personas que estáis en esta edad, os sometáis a revisiones oculares periódicas tanto de un optometrista como de un oftalmólogo, y también estéis atentas a la aparición de cualquier signo que avise de algún problema de visión antes de que pueda ser más grave.
Síntomas en la vista de los mayores de 40 que requieren atención inmediata
- Cambios de visión repentinos.
Las fluctuaciones en la claridad de la vista pueden ser un signo de presión arterial alta o de retinopatía diabética. Ambas enfermedades provocan daños en los pequeños vasos sanguíneos de la retina, el tejido sensible a la luz que recubre la parte posterior del ojo y que convierte los rayos de luz en señales que llegan al cerebro para su interpretación.
- Ver “moscas” o destellos.
No es raro que los adultos de entre 40 y 50 años vean ocasionalmente motas o “pelos” flotantes en su campo visual. Suelen ser partículas inofensivas que flotan en el líquido de nuestro globo ocular y son una parte natural del envejecimiento.
Pero no es tan normal que aparezcan muchas moscas flotantes de repente, acompañadas de destellos brillantes de luz. Esto podría ser un signo de un desprendimiento de retina, que es una emergencia ocular que puede amenazar tu visión. Esto requiere una presentación inmediata a tu oftalmólogo para una evaluación.
- Pérdida de visión lateral.
Si notas una pérdida de visión en la periferia de tu vista puede que se deba a un poco de fatiga ocular. La pérdida de visión periférica puede ser un signo de padecer glaucoma, conocido como el “ladrón silencioso de la vista” porque no muestra síntomas hasta que la pérdida de visión ha comenzado.
- Ver imágenes distorsionadas.
Si notas que las líneas paralelas que deberían aparecer rectas parecen onduladas en el centro de tu visión, puede ser un signo de degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Se trata de una enfermedad que afecta a la mácula, o parte central de la retina, y que provoca una pérdida de visión central.
Cómo mantener una buena visión a los 40 y 50
La mejor manera para mantener una buena visión a los 40 y 50 son los exámenes oculares regulares
Las principales asociaciones de Optometría a nivel mundial, como la de Reino Unido, recomiendan que todos los adultos de entre 19 y 40 años se sometan a un examen ocular completo al menos cada dos años.
Sin embargo, si tienes riesgo de padecer problemas oculares debido a antecedentes familiares de enfermedades oculares, diabetes, presión arterial alta o si has tenido problemas de visión anteriormente, los profesionales podrían recomendarte revisiones más frecuentes. ¿Por qué? Porque la mayoría de los problemas oculares graves pueden prevenirse si se diagnostican a tiempo.
Incluso si tu visión parece estar bien, someterse a exámenes oculares periódicos puede ayudarte a mantener una buena visión durante el resto de tu vida. Acostúmbrate a programar tu examen ocular anual en torno a tu cumpleaños, así no lo olvidarás.
Esperamos que estos consejos para mantener un buena visión a los 40 y 50 te hayan resultado interesantes. Después de todo, cuidar de tu salud ocular es el mejor regalo de cumpleaños que puedes hacerte y en Óptica Real estaremos encantados de recibirte.
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