Las lentes de contacto han ganado una inmensa popularidad como opción de corrección visual, y cada día son elegidas por millones de personas en todo el mundo, sobre todo porque ofrecen una comodidad inigualable y nos liberan de las limitaciones de las gafas.
Sin embargo, conllevan una responsabilidad: hay que cuidar esas lentillas realizando un mantenimiento meticulosos que va a salvaguardar tu salud ocular y a garantizar una visión nítida y uniforme.
En esta guía, que intentaremos seas exhaustiva, profundizaremos en lo que se debe y no se debe hacer con las lentes de contacto. Si sigues estas directrices, podrás tomar decisiones con más conocimiento de causa que no sólo mantendrán tu bienestar ocular, sino que también te proporcionarán una visión cómoda y sin problemas.
Lo que hay que hacer para cuidar las lentillas
1. Lávate bien las manos antes de empezar a cuidar tus lentillas
Nunca se insistirá lo suficiente: comienza tu rutina de manipulación lavándote bien las manos con agua y jabón. Este paso aparentemente sencillo tiene una gran importancia, ya que evita eficazmente la transferencia de suciedad, aceites y microorganismos potencialmente dañinos a las lentes. De este modo, se reduce considerablemente la probabilidad de contraer infecciones oculares irritantes.
2. Sigue los consejos de tu optometrista
Pon hoy mismo en tu agenda una consulta con tu óptico para repasar con el los cuidados y recomendaciones específicas sobre el tipo de lentillas que tienes que cuidar. Es imprescindible que sigas sus consejos porque cada tipo de lente tiene su horario de uso, como por ejemplo las lentes esclerales, cuyo sistema de cuidado y limpieza son específicos.
Lo mismo ocurre en el caso de cuidar las lentillas Orto K, como ya vimos en un amplio artículo en este mismo blog
3. Limpia y desinfecta diligentemente tus lentes a diario
El mantenimiento es clave. Limpiar y desinfectar las lentillas a diario no es negociable. Esta práctica vital ayuda a prevenir la acumulación de proteínas, lípidos y microbios que, si no se controlan, pueden provocar molestias e infecciones oculares potencialmente graves.
Para garantizar unos resultados óptimos, utiliza únicamente las soluciones recomendadas por un especialista y sigue meticulosamente sus instrucciones de uso.
4. Sustitución periódica de tus lentes de contacto
Las lentillas tienen una vida útil limitada. Es fundamental seguir estrictamente el programa de sustitución recomendado por el especialista. Prolongar en exceso el uso de las lentillas o intentar sacarles más días puede provocar inevitablemente un sinfín de problemas oculares.
5. Solución fresca para cada uso
Nunca, bajo ninguna circunstancia, reutilices la solución para lentes de contacto de un día anterior. Desecha siempre cualquier resto de solución y, sin excepción, utiliza solución nueva para guardar y limpiar tus lentillas. La reutilización de la solución es una práctica peligrosa, ya que puede introducir contaminantes en los ojos.
6. Manipula tus lentillas con sumo cuidado
Tanto si te quitas como si te pones las lentes de contacto, adopta técnicas de manipulación suaves y meticulosas. Evita el uso de uñas afiladas y no precipites el proceso. Una manipulación brusca puede dañar las lentillas o irritar innecesariamente los ojos sensibles.
7. Asegúrate de que tu estuche para lentes está siempre impecablemente limpio
Mantener limpio el estuche de las lentillas es una tarea rutinaria que nunca debe pasarse por alto. Limpia y sustituye periódicamente el estuche de tus lentillas para evitar la acumulación de bacterias y hongos. Aclara el estuche a fondo con solución fresca y déjalo secar al aire con las tapas quitadas cuando no lo utilices.
8. Ten siempre a mano un par de repuesto
En el ámbito de la gestión de las lentes de contacto, la preparación es clave. En caso de emergencias imprevistas o de molestias, es una estrategia prudente tener un par de lentes de contacto de repuesto a tu disposición.
Acompáñalo de un pequeño bote de solución para lentes de contacto y podrás estar seguro de que podrás resolver rápidamente cualquier problema inesperado sin poner en peligro tu salud ocular.
9. Cumplir el horario de uso recomendado
El programa de uso prescrito debe considerarse sacrosanto. Prolongar el tiempo de uso o experimentar con el uso nocturno puede disminuir gravemente el flujo de oxígeno a las córneas, lo que aumenta significativamente el riesgo de complicaciones corneales potencialmente peligrosas.
10. No dormir con las lentillas puestas
Una regla fundamental: nunca, bajo ninguna circunstancia, duermas con las lentes de contacto en los ojos, a menos que estén explícitamente diseñadas para un uso prolongado. Dormir con lentillas que no están diseñadas para su uso durante la noche puede aumentar el riesgo de infecciones oculares y provocar molestias considerables.
Lo que no se debe hacer si se trata de cuidar las lentillas
1. Di no al agua del grifo en las lentes
Evite a toda costa el uso de agua del grifo en sus lentes de contacto. El agua del grifo puede contener multitud de microorganismos nocivos, como la Acanthamoeba, que pueden provocar infecciones oculares graves. En consecuencia, nunca enjuagues ni guardes tus lentillas en agua del grifo, independientemente de las circunstancias.
2. Abstenerse de nadar con lentillas
Las fuentes de agua, desde piscinas y jacuzzis hasta lagos y océanos, son fuentes potenciales de contaminantes que pueden afectar negativamente a sus ojos. Dé prioridad a quitarse las lentes de contacto antes de nadar, u opte por gafas estancas cuando sea necesario.
3. Nunca excedas el tiempo de uso recomendado
Resiste la tentación de llevar las lentes de contacto más tiempo del recomendado. Llevarlas demasiado tiempo puede provocar sequedad, molestias y un mayor riesgo de contraer infecciones oculares.
4. Compartir no es cuidar: no compartas lentillas
Compartir lentes de contacto con otras personas es una práctica arriesgada que puede provocar la transmisión de bacterias e infecciones. Es imprescindible que cada persona utilice sus propias lentes de contacto, prescritas específicamente para sus necesidades particulares.
5. Evita utilizar lentes o soluciones caducadas
Comprueba concienzudamente las fechas de caducidad tanto de tus lentes de contacto como de las soluciones de limpieza. El uso de productos caducados puede comprometer la calidad y seguridad de tus lentes, lo que supone un riesgo potencial para tu salud ocular.
6. Abstente de frotar enérgicamente los ojos
Se desaconseja el frotamiento excesivo y agresivo de los ojos, especialmente cuando se llevan lentes de contacto. Esta manipulación brusca puede desprender o dañar inadvertidamente las lentes y provocar irritaciones en las córneas.
7. Sin saliva ni soluciones caseras
Nunca recurras al uso de saliva o soluciones caseras para humedecer o limpiar tus lentes de contacto. Estas prácticas poco ortodoxas pueden introducir bacterias nocivas y no proporcionar la limpieza y desinfección eficaces necesarias para mantener una higiene óptima de las lentillas.
8. Ignorar las molestias o el enrojecimiento es desaconsejable
Si experimentas cualquier tipo de molestia, enrojecimiento o cualquier síntoma inusual mientras llevas puestas las lentes de contacto, es de vital importancia que te las quites inmediatamente y consultes a tu oculista. Ignorar estas señales de advertencia puede conducir a la aparición de problemas oculares graves.
9. Las revisiones oculares periódicas no son negociables
Incluso si es usuario habitual de lentes de contacto, nunca subestime la importancia de los exámenes oculares rutinarios. Estos exámenes son esenciales para controlar la salud de sus ojos y garantizar que su graduación sigue estando actualizada y es adecuada para sus necesidades visuales.
10. No utilices lentes de contacto durante las infecciones oculares
En caso de infección ocular o cualquier otra afección ocular, es imprescindible que te abstengas de utilizar lentes de contacto hasta que tus ojos se hayan curado por completo. El uso de lentes de contacto durante una infección activa puede agravar la afección, prolongar el proceso de curación y, potencialmente, provocar complicaciones más graves.
No dejes de cuidar tus lentillas cada día
Las lentes de contacto, aunque son una excelente opción para corregir la visión, conllevan una serie de responsabilidades que nunca deben tomarse a la ligera. Si sigues al pie de la letra estas recomendaciones, podrás proteger tu salud ocular, prevenir infecciones y disfrutar de una visión nítida y cómoda. Recuerde siempre que su profesional de la visión es el recurso más fiable para obtener orientación personalizada sobre el cuidado de las lentes de contacto.
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