Bienvenidos a una nueva entrada de nuestro blog. Hoy vamos a hablar sobre la conveniencia de nadar en la piscina o en el mar con lentillas y cuáles son las mejores prácticas para el baño cuando estás usando lentillas
Si te has preguntado hasta qué punto es seguro llevar lentes de contacto mientras nadas o practicas deportes acuáticos, la respuesta que damos generalmente en Óptica Real es que no. Hay que evitar en todo momento nadar con las lentes de contacto o mojarlas.
Cuando el agua, ya sea de una piscina, de un jacuzzi, del mar o de un grifo, se mezcla con tus lentes, hace que tus ojos sean más vulnerables a la contaminación por bacterias dañinas. Son estas bacterias, presentes en el agua, las que aumentan el riesgo de sufrir desagradables irritaciones e infecciones oculares.
Para proteger tu salud ocular y tu visión en general, hemos seleccionado algunas medidas sencillas que te ayudarán a nadar de forma segura, así como signos importantes de infección a los que debes prestar atención.
¿Cuáles son los riesgos de nadar con lentes de contacto?
El uso de lentes de contacto para deportes que no implican la exposición al agua es una opción excelente, ya que puedes disfrutar de una mayor libertad de movimiento y una mejor visión periférica.
Sin embargo, los deportes acuáticos, con las lentillas directamente expuestas, como hemos dicho, son sencillamente inviables. Tus lentes absorben el agua con extrema rapidez y, si las dejas durante mucho tiempo, mientras se mojan, atraparán todo tipo de virus, gérmenes y bacterias contra tu ojo.
Además, las fuentes de agua dulce o salada, como el mar, los lagos y los ríos, pueden ser más peligrosas que en una piscina, porque las masas de agua naturales suelen estar repletas de bacterias que no se eliminan con los productos químicos de las piscinas.
Cuidado con la piscina
La acanthamoeba, uno de los organismos más peligrosos que se encuentran en estas fuentes, puede provocar una rara pero grave infección ocular que puede conducir a la pérdida de la visión.
Por desgracia, los productos químicos, como el cloro, no eliminan todos los patógenos, y como las lentes blandas son excepcionalmente porosas y absorbentes, las bacterias y el cloro del agua de la piscina pueden llegar fácilmente y dañar los ojos durante un chapuzón. Además, las lentes de contacto mojadas cambiarán su forma drásticamente, lo que hará que sean incómodas de llevar y distorsionarán o empañarán la vista.
Principales riesgos
Nadar con las lentes de contacto puede aumentar el riesgo de sufrir varios problemas oculares, entre ellos
- Úlceras corneales
- Abrasiones o arañazos en la córnea
- Inflamación ocular por la adherencia de la lente al ojo
- Infecciones oculares
- Afecciones oculares
- Síndrome del ojo seco y sequedad ocular, sobre todo por agua salada o clorada
¿Cuáles son los síntomas de una infección ocular?
¿Has nadado o te has duchado accidentalmente con sus lentillas? No te asustes: quitátelas con cuidado, recomendable colocar antes unas gotas de lágrima artificial y parpadear varias veces, una vez retiradas lavarlos los ojos con suero fisiológico e hidratar con lágrimas artificiales. A continuación, es mejor dar un respiro a tus ojos durante un día y cambiar a tus gafas. A continuación, estate atento a los síntomas continuos, que pueden indicar una infección ocular, como:
- Picor de ojos
- Ojos rojos
- Dolor de ojos
- Ojos llorosos
- Hinchazón
- Visión borrosa
- Sensibilidad a la luz
- Sensación de tener algo atascado en el ojo
- Secreción ocular
Si experimentas alguno de estos síntomas durante un periodo prolongado, acude a tu médico de cabecera y solicita una consulta, ya que es importante tratar una infección ocular a tiempo antes de que empeore.
Cómo nadar con seguridad con lentes de contacto
Aunque no es aconsejable nadar con las lentes de contacto expuestas al agua, una opción alternativa es combinar las lentillas diarias con unas gafas de natación impermeables y ajustadas.
Las lentillas diarias son, sin duda, la solución para evitar cualquier problema ocular sin dejar de llevarlas puestas, ya que son muy higiénicas: después de la sesión de natación, sólo tienes que quitarlas y tirarlas, antes de ponerte unas nuevas. Además, son increíblemente transpirables y cómodas, ideales para largas vueltas.
Si en algún momento de tu sesión de pádel tus lentillas o tus ojos empiezan a sentirse incómodos, asegúrate de quitarlas y desecharlas lo antes posible. Tener lagrimas artificiales en tu mochila de natación y aplicarlas en el vestuario o en la playa, es siempre una buena idea.
Actuando como lágrimas artificiales, las gotas oculares pueden reducir el ardor, el escozor y el enrojecimiento en un instante. Para obtener más consejos sobre la natación con lentes de contacto, puedes consultar con nuestro equipo y si fuese necesario hacerte una revisión para saber cuál es la mejor opción para ti.
Gafas de natación graduadas
Las gafas de natación graduadas son ideales para los nadadores habituales y una fantástica inversión para proteger tu visión mientras nadas. Muchas se fabrican según tus necesidades y funcionan de la misma manera que las gafas, corrigiendo errores de refracción específicos como la miopía, la hipermetropía, la presbicia y el astigmatismo, según tu prescripción. Cómo realmente impiden que el agua entre en contacto con tus ojos, podrás ver con claridad sin riesgo de contaminación.
Algunas marcas de gafas de natación graduadas están incluso disponibles como modelos ya preparados, que vienen con las mismas cifras de prescripción para ambos ojos. Antes de comprarlas, le recomendamos que cotejes las gafas con la prescripción que le haya dado su optometrista para asegurarse de que coinciden exactamente.
Los usuarios de lentes de contacto que nadan de forma competitiva o rutinaria también pueden considerar la ortoqueratología (Orto-K), un tipo de lentes de contacto rígidas permeables al gas para remodelar su córnea y compensar su visión.
¿Me puedo duchar con lentillas?
Al igual que si estás en una piscina, ducharse con las lentes de contacto puede ser igual de perjudicial para los ojos y la calidad de las mismas. El microorganismo Acanthamoeba también está presente en el agua del grifo, junto con otros gérmenes (incluso del cabezal de la ducha), por lo que quitarte las lentillas antes de meterse en ella es una opción mucho más segura.
Los usuarios con lentillas de remplazo semanales o mensuales, podéis añadir a los objetos habituales para el cuidado de los ojos, un estuche resistente para lentes de contacto, que pueden dejar en el baño, para guardar las lentes mientras vais a nadar o simplemente estáis disfrutando de un día en la piscina.
Principales consejos para nadar con lentillas
- Mantén tus lentillas alejadas del agua y guárdalas correctamente mientras nadas, te duchas o te bañas
- Tira las lentillas que se hayan mojado, expuesto al agua o dañado de alguna manera
- Si has optado por una pauta de uso más prolongada, deja tus lentillas en una solución de mantenimiento recomendada (no en agua) durante la noche, para que estén bien limpias y desinfectadas por la mañana
- Cambia el estuche de las lentillas cada 3 meses para evitar la acumulación de bacterias dañinas
- Lávate siempre las manos con agua limpia y una toalla que no suelte pelusa antes de ponerte y quitarte las lentillas.
- Quítate las lentillas antes de dormir, a menos que tu óptico le haya aconsejado lo contrario.
- Sigue las instrucciones del producto, especialmente cuando se trata del mantenimiento de las lentillas de uso prolongado
- Sigue exactamente la pauta de uso y la rutina de cuidado ocular que te haya indicado su óptica.
Esperamos que estos consejos te hayan ayudado a entender los problemas que se pueden generar si vas a nadar con lentillas o que estés alerta sobre otros momentos de disfrute o deporte en el agua y las soluciones para practicarlo de forma segura para tus ojos.
Si tienes alguna duda, por favor ponte en contacto con nosotros.
Estamos deseando mejorar tu visión porque queremos mejorar tu vida.
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