En Óptica real nos gusta mucho explicar en qué consisten nuestras pruebas y por qué las hacemos. Hoy hablaremos sobre qué es y para qué sirve una retinoscopia y por qué la consideramos esencial.
¿Qué es la retinoscopia?
La técnica de retinoscopía o esquiascopía es objetiva y se basa en interpretar la luz reflejada sobre la retina y con ello identificar la refracción del ojo.
El propósito de una retinoscopía es determinar y medir el error de refracción del ojo de un paciente y determinar la receta adecuada para las lentes compensadoras, ya sean en forma de gafas o lentillas.
Una prueba importante en nuestros exámenes
En Óptica Real realizamos retinoscopía a todos nuestros pacientes, pequeños y adultos, defendemos que es el único modo que un optometrista u oftalmólogo puede determinar de una forma segura y objetiva el error refractivo del paciente y su cuantía, sin uso de fármacos.
La prueba
La prueba de la retinoscopia consiste en medir la capacidad de ver objetos a distintas distancias y determinar el tipo de corrección visual que necesita esa persona.
La retinoscopia mide lo que se conoce como error de refracción, que es lo que causa visión poco clara o borrosa, que normalmente está asociada a:
- La miopía, lo que a groso modo significa que un paciente tiene dificultad para ver de lejos.
- La hipermetropía, lo que a grosos modo significa que un paciente ve bien de lejos, pero tiene dificultad para enfocar objetos o palabras de cerca.
- El astigmatismo, lo que a groso modo significa se vean algo deformadas las imágenes y poco claro el contorno de las cosas.
¿Dónde y cuándo se realiza la retinoscopía?
La prueba se realiza con un pequeño instrumento manual llamado retinoscopio. Se parece a un pequeño periscopio y suele tener un mango metálico; un manguito que se mueve hacia arriba y hacia abajo en la parte central de su eje y que se utiliza para afinar (converger) o suavizar (divergir) un haz de luz; y una sección superior negra, o cabeza, a través de la cual los optometristas miramos para examinar tus ojos.
Los niños deben someterse a exámenes oculares una vez cada 6 meses, y los adultos deben someterse a una revisión ocular por parte de un optometrista al menos una vez cada años, salvo que haya problemas de visión.
Los pacientes que experimenten un cambio repentino en la visión, visión borrosa o dolores de cabeza deben acudir a un optometrista, que puede remitir al paciente a un oftalmólogo si se observa algún problema que estuviese en su ámbito.
¿Para qué sirve la retinoscopia?
La retinoscopia proporciona a los optometristas una medida objetiva de tu vista, lo que significa que el procedimiento y sus resultados no dependen de ninguna respuesta de la persona examinada.
Ideal para niños
Esto hace que sea una prueba ideal para las personas que pueden tener problemas de comunicación, como los niños pequeños o los que tienen dificultades para hablar.
La retinoscopia también se utiliza a menudo para personas con alguna discapacidad en el habla a las que les resulta difícil articular o explicar sus síntomas a un óptico.
La retinoscopia es el primer paso
Los optometristas pueden realizar una retinoscopia como prueba preliminar para asegurarse de que obtienen la lectura más precisa para una prescripción. Después de la retinoscopia, suelen realizar una prueba de refracción subjetiva, cuando pedimos leer las letras sobre una pantalla.
La prueba de refracción subjetiva es una de las pruebas más habituales que sirve para determinar mediante la combinación de lentes como mejorar la agudeza visual.
Es un examen clínico utilizado por optometristas y oftalmólogos para determinar la necesidad de corrección refractiva de un paciente, en forma de gafas o lentes de contacto.
¿Cómo se realiza una retinoscopia?
La retinoscopia forma parte de su examen ocular habitual y se realiza en una sala de examen oscura. Tú te sentarás cómodamente y el optometrista se sentará frente a ti a un brazo de distancia.
¿Qué pasos se dan?
El optometrista utilizará el retinoscopio para iluminar sucesivamente cada uno de tus ojos, de modo que pueda observar el reflejo de la luz que atraviesa tu ojo y llega a la retina (el revestimiento de la parte posterior del ojo).
El optometrista girará el retinoscopio de un lado a otro, lo que hace que la mancha de luz reflejada por la retina se mueva. De este modo, el optometrista puede precisar, a partir de la dirección y la velocidad a la que parece moverse la luz, si eres miope o hipermétrope y en qué medida.
A partir de ahí, el optometrista podrá juzgar si tu vista podría mejorar usando gafas o actualizando la prescripción de tus gafas actuales si ya las usas.
Para confirmar el tipo de corrección visual que necesitas y la intensidad de la misma (tu graduación), el optometrista te colocará diferentes lentes delante del ojo hasta que la luz reflejada aparezca inmóvil, incluso cuando se mueva el retinoscopio.
Un sencillo cálculo determina entonces tu graduación. Tu optometrista podrá explicarte cualquier parte de la retinoscopia si tienes dudas.
¿Son necesarias las gotas de dilatación para la retinoscopia?
La retinoscopia se realizará en una sala oscura, por lo que sus pupilas se dilatarán automáticamente. Es poco probable que necesite un colirio para dilatar las pupilas, pero si lo necesita, es importante tener en cuenta que no podrá conducir inmediatamente después, hasta que los efectos hayan desaparecido.
En el caso de los niños más pequeños, a veces se necesitan gotas para relajar ciertas estructuras del ojo o bien usar la técnica de retinoscopia llamada Mohindra. Esto se debe a que los niños pueden cambiar el enfoque de sus ojos con mucha rapidez y facilidad, lo que hace que la retinoscopia convencional sea menos precisa. El uso de las gotas permite una lectura más precisa de la retinoscopia, lo que es vital en los casos en que se sospecha de ambliopía u ojo vago.
Esperamos que os haya gustado este artículo y tengáis más claro qué es y para qué sirve una retinoscopia.
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