Bienvenidos a una nueva entrada en nuestro apartado de audiología en Óptica Real. Aunque la otitis es un problema puramente médico, también afecta a nuestra capacidad de audición, y por eso, hemos querido hacer un artículo que recoja todo lo que necesitas saber sobre la otitis.
Las infecciones de oído, también conocidas como otitis, son una de las consultas médicas más frecuentes, especialmente en niños, aunque afectan a personas de todas las edades y pueden ser bastante incómodas.
Esta afección puede aparecer de diversas formas y tener diferentes causas, por eso saber cuales son sus síntomas, causas y el tratamiento adecuado es fundamental. Pero, ¿qué es exactamente la otitis?
¿Qué es la otitis?
La otitis es una condición inflamatoria que puede afectar distintas partes del oído, manifestándose de diversas maneras:
- Oído externo:
También conocida como otitis externa o “oído del nadador”, esta variante se caracteriza por la inflamación del canal auditivo externo. Suele producirse por la exposición prolongada al agua, lo que crea un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias u hongos. Los síntomas incluyen dolor intenso en el oído, picazón, sensibilidad al tacto e inflamación del canal auditivo. En casos avanzados, puede haber secreción de líquido del oído e incluso afectar la audición.
- Oído medio:
La otitis media es una de las formas más comunes de otitis y afecta a la zona detrás del tímpano. Por lo general, es causada por una infección bacteriana o viral que provoca la acumulación de líquido en el oído medio. Los síntomas incluyen dolor de oído, fiebre, pérdida de audición temporal, sensación de presión en el oído y dificultades para dormir, especialmente en niños pequeños. En casos crónicos o recurrentes, puede haber complicaciones como la formación de perforaciones en el tímpano o la acumulación de fluido persistente.
- Oído interno:
La otitis interna, aunque menos común, puede ser una condición grave que afecta tanto el equilibrio como la audición. Esta inflamación puede ser el resultado de una infección viral o bacteriana, aunque también puede ocurrir como una complicación de otitis media no tratada. Los síntomas típicos incluyen mareos intensos, vértigo, náuseas, vómitos, pérdida de audición y sensación de plenitud en el oído afectado. En casos severos, la otitis interna puede causar dificultades para realizar actividades cotidianas y puede requerir tratamiento médico especializado.
Tipos de otitis.
Para entender mejor esta infección, es importante tener en cuenta la división del oído ya que existen varios tipos de otitis según la zona afectada.
- Oído externo: Esta sección está compuesta por la oreja visible y el canal auditivo. Su función es captar el sonido del entorno y dirigirlo hacia el oído medio.
- Oído medio: Es una cavidad llena de aire que contiene el tímpano y los huesecillos del oído (martillo, yunque y estribo). Su papel es amplificar el sonido captado por el oído externo y transmitirlo al oído interno para su interpretación cerebral.
- Oído interno: Está compuesto por la cóclea, cuya función es transformar el sonido en señales eléctricas que el cerebro interpreta como sonido, y el sistema vestibular, encargado de mantener el equilibrio y la orientación espacial de cada persona.
Causas de la otitis
Las bacterias o virus que entran al oído a través de la trompa de Eustaquio son los principales responsables. Esta trompa conecta el oído medio con la garganta. Las causas más frecuentes son:
- Resfriados y gripe:
Los virus responsables de los resfriados comunes y la gripe pueden llegar al oído medio a través de la trompa de Eustaquio, lo que puede infectar la zona.
- Alergias:
La inflamación y la congestión que acompañan a las reacciones alérgicas pueden obstruir la trompa de Eustaquio, creando un ambiente propicio al crecimiento de bacterias. Esta obstrucción aumenta el riesgo de otitis al limitar la ventilación adecuada del oído medio.
- Humo de tabaco:
La exposición al humo de tabaco irrita las mucosas del oído y aumenta el riesgo de infecciones. La irritación de las membranas mucosas afecta al sistema de defensa del oído, aumentando así la vulnerabilidad a las infecciones.
- Cambios de presión:
Los cambios bruscos de presión, como los que se experimentan durante el vuelo o el buceo, pueden afectar al oído debido a la dificultad para igualar la presión en el oído medio y externo aumentando así el riesgo de otitis.
- Agua contaminada:
Nadar en aguas contaminadas puede introducir bacterias en el canal auditivo u otros patógenos en el canal auditivo, lo que conduce a la otitis externa. La humedad y la temperatura del agua proporcionan un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano, lo que aumenta el riesgo de infección en el oído externo.
Síntomas de la otitis.
Los síntomas de la otitis pueden variar dependiendo del tipo de otitis y la edad del paciente.
En el caso de la otitis externa, los síntomas más comunes incluyen dolor de oído, picazón, enrojecimiento e inflamación del canal auditivo, secreción del oído y sensibilidad al tacto.
En la otitis media, se pueden experimentar dolor de oído, fiebre, irritabilidad, dificultad para dormir, pérdida auditiva, drenaje de líquido del oído y zumbido en el oído.
Respecto a la pérdida auditiva, en este mismo blog tenemos un artículo completo con algunos consejos útiles para aminorar su progresión.
Por último, en la otitis interna, los síntomas son similares a los de la otitis media pero también pueden presentarse mareos, náuseas y vómitos.
Tratamiento de la otitis
El tratamiento depende del tipo de otitis, la gravedad de la infección y la edad del paciente. Algunas recomendaciones son:
- Sostener un paño caliente o una compresa caliente a lo largo de la parte externa de la oreja.
- Dormir con la cabeza apoyada en dos almohadas (o más).
- Tomar medicamentos: los antibióticos sirven para combatir las infecciones bacterianas, mientras que los analgésicos se administran para aliviar el dolor de oído. Por otro lado, los antiinflamatorios se prescriben con el fin de reducir la inflamación asociada con la otitis.
Precauciones:
- No utilices gotas para los oídos de venta sin receta ni gotas de aceite de oliva.Pueden ser perjudiciales y no alivian el dolor de oídos.
- No te limpies los oídos con bastoncillos de algodón. Pueden dañarlos y no eliminan eficazmente la cera.
- Si tienes secreción en el oído, puedes limpiar suavemente el oído externo con un algodón. Si hay secreción en ambos oídos, utilice un trozo de algodón nuevo para cada oído.
En casos graves de otitis media o interna, o cuando la infección no responde al tratamiento, la intervención quirúrgica puede ser necesaria. Es importante buscar la orientación de un profesional de la salud para determinar el tratamiento más adecuado en cada caso particular. Para obtener más información sobre la otitis y las opciones de tratamiento disponibles, contacte con Óptica Real.
Prevención de la otitis
Para prevenir las infecciones de oído, recomendamos:
Lavado de manos frecuente.
Lávate las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Es una de las mejores formas de prevenir la transmisión de bacterias y virus que pueden causar otitis.
Vacunación.
La vacunación contra la gripe y el neumococo, dos de los principales patógenos que causan otitis, pueden reducir notablemente el riesgo de infección.
Evita la exposición al humo del tabaco.
El humo del tabaco irrita las trompas de Eustaquio, que conectan el oído medio con la parte posterior de la garganta, lo que aumenta el riesgo de otitis.
Lactancia materna.
La leche materna proporciona al bebé anticuerpos que fortalecen su sistema inmunológico y lo protegen de diversas infecciones, incluyendo la otitis.
Limpieza adecuada del oído.
Es importante limpiar el oído externo con cuidado, utilizando un paño suave y húmedo. No debes introducir objetos en el canal auditivo, como hisopos de algodón, ya que pueden empujar el cerumen hacia el interior y causar daños.
Controla la exposición a ruidos fuertes.
La exposición prolongada a sonidos fuertes puede dañar las células ciliadas del oído interno y aumentar la susceptibilidad a las infecciones.
Mantener una buena higiene bucal.
La mala higiene bucal puede aumentar el riesgo de que las bacterias de la boca se propaguen al oído y causen una infección.
Evita el contacto con personas enfermas.
Si alguien en tu casa está enfermo con un resfriado o gripe, es importante evitar el contacto cercano para prevenir la transmisión de la infección.
Trata la alergia.
Las alergias pueden provocar inflamación y congestión en las trompas de Eustaquio, lo que aumenta el riesgo de otitis. Si tienes alergias, es importante seguir un tratamiento adecuado para controlarlas.
Natación segura.
Usa tapones para los oídos o un gorro de natación para evitar que el agua entre en el oído, especialmente si tienes antecedentes de otitis.
En caso de presentar síntomas de otitis, como dolor de oído, fiebre, secreción o pérdida auditiva, puedes coger cita en nuestra clínica para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado.
¿Presentas síntomas de otitis o tienes dudas sobre tu salud auditiva? Acércate a Óptica Real, ubicada en Alcalá la Real. Nuestro equipo estará encantado de atenderte y ofrecerte la información necesaria.
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